DE CÓMO OLVIDARTE
No hay momento mas allá que el más funesto.
No hay condena que permita tanta pena.
No existe infierno tan ardiente que queme,
de la más implacable forma, tu recuerdo.
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A veces creo,
simplemente divagando, como cuando uno libera globos,
que te pasa lo mismo que a mi,
solo que eres mil veces mejor.
Te dejaste consumir a tal extremo,
que ni te veo con tu formidable coraza.
Esa que te camufla en el recovecudo coral
tan parecido a mi conciencia,
mi querido N.N.
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FACTURA DE COMPRA
Artículos: ninguno.
Los hubiese, sería mas fácil rellenar a borbotones espacios inexistentes. Sería como saciar una sed particular que me ahoga, luego me embriaga y finalmente me reseca. Los hubiese, me distraería recorriéndolos, una y otra, y otra, y de nuevo otra vez más. Tan solo si los hubiese, en el más remoto de los casos, no estaría pensando en comprar algo imaginario que llene el hueco que dejaste en mi cabeza.
Castor Villa
(Catalina Rodríguez)
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